miércoles, 9 de diciembre de 2009

MI HABITACIÓN






Mi habitación es mi base militar donde planeo con la mayéutica lograr mis sueños de niño. Además es mi pequeño planeta melón donde mi ego, mi yo y mi súper soy se pelan para investigar la alquimia de la vida.

Es un agujero de humano con paredes, que disparan sabiduría y análisis. Tiene desde modelos de entradas periodísticas hasta paradigmas o postulados de científicos.

Este laboratorio de ciencias de la comunicación intenta explicar una redacción perfecta, a pesar, que mi estilo no se asemeja a ninguno.
Tiene frases como “escribir es pensar” o “ser creativo es ser diferente”, pese a ello, aun no aplico estas enseñanzas, no se porque.

Mi habitación es un libro abierto donde encuentras cada historia de mi infancia, adolescencia y hasta de mi juventud.
Es mi ropa de cemento que me protege de mis propios demonios y duendes, que solo salen cuando estoy dentro de ella. Igualmente, es mi confidente, aunque sea inerte, escucha en silencio mis fracasos, mis alegrías o mis frustraciones.

Mi habitación es increíble pues puede cambiar de estación de acuerdo a mis emociones. Un día puede ser verano, otra primavera o así, juega de colores y de ritmo.

Lo que mas me gusta de mi habitación es mi cama con un gran colchón que me invita ha descansar. A veces, se pone incomoda y debo domarla como a un caballo joven.

De otro lado, también se encuentra una computadora, que cada noche me roba la imaginación de joven ayacuchano. Come mi ceso gris con un sonido molestos, pero a veces se torna cálido hasta armónico.

Y en la pared cuelga, una herencia de mi madre, un regalo de infancia. Es un reloj dorado. No se cuantos años tiene pero sigue funcionado. Ya se nota el paso de los años en sus articulaciones y fachada, sin embargo sigue dando el tiempo, si parar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario